Los FÓSILES son restos de seres vivos, o marcas de su actividad vital: huesos, dientes, caparazones, huevos, pistas de reptación, galerías, troncos, hojas, frutos, semillas, etc.
Su estudio proporciona información sobre las diferentes formas de vida que han poblado la Tierra a lo largo del tiempo y sobre el ambiente en el que vivieron. Los fósiles y sus yacimientos son un patrimonio cultural y científico de la humanidad que deben ser protegidos.
Los procesos de fosilización comienzan cuando los restos biológicos, o sus huellas, marcas o improntas, quedan enterrados o incluidos entre los sedimentos. El agua arrastra sales que van sustituyendo poco a poco la materia orgánica, van mineralizando y petrificando los restos orgánicos, transformándolos en verdaderas rocas de sílice, caliza, hematites, pirita o fosfato, es decir, en fósiles que pueden resistir el paso del tiempo, miles de millones de años.